Intervención psicológica en problemáticas de salud mental, dependencia, dificultades emocionales, trastornos de personalidad y conductas adictivas que requieren un proceso especializado, en personas y familias donde la modalidad intensiva podría aún no ser necesaria.
En los pacientes se observa algún nivel de vulnerabilidad en las dimensiones psicológica y social más que una problemática claramente establecida. Esto se determina en el proceso de valoración clínica.
Tratamiento
Nuestros programas apuntan a mejorar la calidad de vida de los pacientes, haciendo énfasis en el autoconocimiento y su capacidad para poner límites y poder desarrollar una vida social que no les haga daño.
Los tratamientos ambulatorios para problemas de consumo de sustancias, adicción a drogas y conductas adictivas que incluyen procesos terapéuticos y acompañamiento familiar, tienden a presentar mayor efectividad debido a que abordan dinámicas relacionales dentro de la familia, que de forma directa o indirecta, inciden en la conducta adictiva del paciente y en su motivación para el cambio.
Puede requerir metodologías complementarias con psiquiatría, terapia de pareja y/o de familia que serán asignadas con nuestros especialistas según sea el caso.
Si te encuentras en Bogotá, y así lo prefieres, puedes asistir presencialmente a nuestro consultorio; de lo contrario la puedes realizar desde tu casa.
Y si estás en cualquier otro lugar ¡no te preocupes!, contamos con los parámetros de calidad y las herramientas tecnológicas adecuadas para la aplicación de la Telepsicología.
Hemos tenido pacientes de otras ciudades de Colombia como Cali y Medellín, y de otros países como Chile, Guatemala, Puerto Rico, México (CDMX y Guadalajara), Panamá, Argentina, España (Barcelona) y Perú (Lima).
Historias Reales, Cambios Positivos
“El programa me ayudó a dejar de consumir marihuana y a practicar el ponerme límites a mí y a los demás. También aprendí a manejar mis sentimientos, a controlar mi ansiedad y depresión sin el uso de medicinas químicas y a ser más asertiva con mis sentimientos.”
“Durante etapas de mucho consumo el contacto emocional se volvía muy difícil, al dejar las drogas he podido entablar mejores relaciones, no porque no fuese expresivo o no pudiera hacer contacto, solo que las drogas muchas veces generaban un velo en mis relaciones, una especie de distancia emocional.”
“Ahora me siento una mujer realizada, una mujer que está empoderada de sus cosas. No me siento una carga para mi familia (porque yo antes de empezar mi tratamiento me sentía así, una carga) y me preguntaba ¿por qué a mi? ¿por qué a mí me tocó esta enfermedad? ...creo que realmente logré un trabajo muy bonito porque me di cuenta que las cosas pueden cambiar si uno realmente quiere. Entrar a un tratamiento es la mejor decisión que se puede tomar si es que realmente se hace a conciencia. Recomendaría al Colectivo sin dudarlo.”
“Logré superar la necesidad de aprobación. El tratamiento me dio las pautas para mantener más relaciones estables...ahora puedo ser amable y cordial sin cambiar mis opiniones por los demás ni acudir al consumo para sentir que pertenezco. No participó en actividades sociales frecuentemente, pero cuando lo hago me va bien”
“Creo que no solo en ausencia de sustancias implica el estar limpio. Este es un lugar para aquellas personas con ausencia de sentido en su vida, de dependencias, depresiones, ansiedades...nunca se arrepentirá una persona que haga un corto paro en su camino para vivir y experimentar la tremenda ayuda del Colectivo. Lo valorarán siempre. En el servicio de los programas hay una oportunidad de mejorar como persona, de aprender de uno mismo, de crecer, de perdonar y perdonarse, y lo más importante… de encontrar ese propósito, ese sentido de nuestras vidas que muchas veces perdemos durante el trasegar por este mundo. Pensamos que la adicción a las sustancias es nuestro único problema, pero a mi manera de ver es el pico del iceberg y lo verdaderamente importante y trascendental en esta es por debajo.”
“Siento que mi lado libre salió a fluir, salió a flote… ahora me siento una persona plena, una mujer plena. El trabajo realizado por los terapeutas es desde el amor, muy a conciencia. Acá la voluntad de uno es lo que cuenta, el deseo de salir adelante, de dejar de consumir drogas. El entender que esa vida no me llevaba a ninguna parte es el mayor acto de amor que he hecho por mi misma.”
“La experiencia fue muy buena para mi, para mi vida, para mi desarrollo, para aprenderme a conocer y tener un sentido de vida, un sentido de pertenencia. Y de esta forma valorar día a día lo que nos regala la vida. Es muy enriquecedor volver a ver la vida con otra perspectiva y otra visión. En especial saber vivir la vida muy diferente a como se vivía anteriormente. Estoy muy contenta con esta vida que llevo en sobriedad.”
“Mi experiencia en el Colectivo Aquí y Ahora fue muy satisfactoria al final. Obviamente al principio uno no llega estando bien, entonces no es posible apreciar el servicio. Ya después del tratamiento y de llevar un par de meses fuera...exactamente 8 meses, creo que es muy bonita la labor de los terapeutas. Todos los que trabajan aquí trabajan por mejorar la calidad de vida de las personas que llegan. Y más allá de las metodologías, lo más valioso es ese sentimiento de que alguien quiere ayudarlo a uno. Esto es lo que lo hace tan efectivo”
“Mi experiencia en el Colectivo Aquí y Ahora fue muy satisfactoria al final. Obviamente al principio uno no llega estando bien, entonces no es posible apreciar el servicio. Ya después del tratamiento y de llevar un par de meses fuera...exactamente 8 meses, creo que es muy bonita la labor de los terapeutas. Todos los que trabajan aquí trabajan por mejorar la calidad de vida de las personas que llegan. Y más allá de las metodologías, lo más valioso es ese sentimiento de que alguien quiere ayudarlo a uno. Esto es lo que lo hace tan efectivo”
Por políticas en nuestras intervenciones, desde la evidencia científica y desde rigurosos parámetros ético-profesionales, contamos con criterios que establecen en cuáles pacientes– por sus características individuales, biológicas, psicológicas y contextuales– sería probable que algún programa, además de no ser exitoso pueda incluso resultar contraproducente.
La valoración clínica está diseñada para determinar el tipo de intervención que se ajusta mejor a las características y requerimientos específicos de cada caso. No asignamos programas sin antes realizar una valoración que nos permita entender el nivel de consumo y la afectación real de la persona.
El centro número 1 de Salud mental y Adicciones
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